El jueves 3 de octubre fueron publicados los resultados del informe “State of Childhood Obesity” (Estado de la Obesidad Infantil), el cual es un trabajo sobre la obesidad en los Estados Unidos, patrocinado por la Fundación Robert Wood Johnson, la cual es una institución muy respetada en el país con más de 40 años de existencia.
En este estudio, se revelan datos sobre el grave problema de la obesidad en USA. Pero antes de profundizar en la materia, es importante recordarle al público lector que la Obesidad es un acumulo excesivo de grasa corporal que no sólo afecta el aspecto físico de la persona, sino que también genera problemas a nivel metabólico y cardiovascular ocasionando un gran impacto presupuestario en la economía familiar y del gobierno federal.
En cuanto al estudio propiamente dicho, en primer lugar, se revela que en USA hay 4.8 millones de niños entre 10 y 17 años que padecen de obesidad. Y que los costos que ésta ocasiona alcanzan la cifra de los 14 billones de dólares anuales. El estudio también reveló, que el mayor porcentaje está concentrado en la población de niños latinos con un 19% y de niños negros con un 22,2%. Y en cuanto a la distribución geográfica el estudio indica que los 4 estados con el mayor porcentaje de obesidad fueron: 1-Mississippi (25.4%), 2-West Virginia (20.9%), Kentucky (20.8%) y Luisiana (20.08%)
Tomando en cuenta de que la población latina en los Estados Unidos alcanza la cifra de 60 millones de habitantes, con un crecimiento del 25,3% en los últimos 10 años. Definitivamente, hay que hacer algo para que este problema de salud pública disminuya, y para ello es necesario trabajar en varios niveles.
En primer lugar, el nivel educativo, organizando una gran campaña promocionando la lucha en contra de la obesidad y el consumo de comida chatarra “Fast Food” y bebidas azucaradas. Esta debe llegar a los estudiantes en todos los niveles, a los padres para que ayuden en el hogar y a los maestros que son pieza fundamental en los primeros años de formación de los niños. En segundo lugar, mejorando el poder adquisitivo de la población latina la cual por sus ingresos se ve obligada a consumir la peor alimentación e impulsando con más fuerza programas como el WIC (Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres y Niños) el cual según el informe “State of The Childhood Obesity” ha logrado bajar del 15,9% al 13,9% la obesidad en niños de 2 a 4 años lo cual es estadísticamente significativo. En tercer lugar, la promoción de la actividad física en los jóvenes y replicar lo propuesto en San Diego, California bajo el nombre de SRTS (Safe Routes to School) que es el programa de rutas seguras para que los estudiantes vayan caminando a sus escuelas lo cual favorece la actividad física. Y, en cuarto lugar, ofrecer esa información en español ya que se estima que 9,3 millones de latinos que viven en USA no hablan inglés.
En resumen, el estudio patrocinado por la Fundación Robert Wood Johnson ofrece una gran herramienta para luchar en contra de la obesidad en los jóvenes latinos de Estados Unidos que requiere de un esfuerzo en conjunto entre instituciones públicas y privadas para lograr un gran éxito que mejorará las expectativas de salud de esta población y por supuesto los exorbitantes gastos de salud.